¿Cómo influye la nutrición en el envejecimiento? Un vistazo a los mecanismos moleculares subyacentes

El envejecimiento es un proceso fisiológico que se produce en todos los seres vivos, y está asociado con una disminución en la capacidad funcional y una mayor susceptibilidad a enfermedades crónicas. Bien sabemos que la nutrición es clave para mantener la salud y prevenir enfermedades a lo largo de toda la vida. Pero ¿cómo se relacionan la nutrición y el envejecimiento? ¿Existen mecanismos moleculares subyacentes que expliquen esta relación? En este artículo, os explicamos un poco más a fondo la evidencia científica que hay actualmente y los mecanismos moleculares que relacionan la nutrición con el envejecimiento. 

La relación entre la nutrición y el envejecimiento se ha estudiado ampliamente en los últimos años, y podemos asegurar que una dieta saludable y equilibrada puede influir positivamente en la longevidad y la calidad de vida. Además, se ha demostrado que la nutrición puede afectar los procesos moleculares que subyacen al envejecimiento. 

Restricción calórica

Es una estrategia dietética que, según este estudio “Calorie restriction for enhanced longevity: The role of novel dietary strategies in the present obesogenic environment”[1], ha demostrado retrasar el envejecimiento, ya que se cree que la restricción calórica induce una serie de cambios moleculares en el cuerpo, incluyendo una disminución en la producción de radicales libres, una reducción en la inflamación y una mejora en la respuesta celular al estrés [2]. Estos cambios pueden disminuir la incidencia de enfermedades relacionadas con la edad y prolongar los años de vida. 

Nutrientes específicos

Algunos nutrientes también pueden influir en los procesos de envejecimiento. Por ejemplo, los antioxidantes, como la vitamina E y el selenio, protegen al cuerpo de los efectos dañinos de los radicales libres y la oxidación celular. También se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados y mariscos, reducen la inflamación y mejoran la salud cardiovascular. Además, seguir una dieta variada y rica en frutas y verduras está asociada con una mayor longevidad [3]. 

Microbiota intestinal

La microbiota intestinal también puede desempeñar un papel importante en el envejecimiento y la nutrición [4]. La microbiota intestinal está compuesta por microorganismos que interactúan con el cuerpo humano de diversas maneras, incluyendo la digestión de alimentos y la síntesis de vitaminas. Además, la microbiota intestinal influye en el sistema inmunológico y en la respuesta inflamatoria del cuerpo. Una dieta rica en fibra prebiótica y alimentos fermentados -probióticos-, puede promover una microbiota intestinal saludable, lo que a su vez puede prevenir enfermedades relacionadas con la edad. 

En resumen, la nutrición y el envejecimiento están estrechamente relacionados, y existen mecanismos moleculares subyacentes que explican esta relación. Una dieta saludable y equilibrada, que incluya alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos omega-3, fibra y nutrientes esenciales, puede mejorar la longevidad y prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la edad. 

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[1]Longo, V. D., & Mattson, M. P. (2014). Fasting: molecular mechanisms and clinical applications. Cell metabolism, 19(2), 181-192.  

[2]Johnson, E. J. (2019). Role of lutein and zeaxanthin in visual and cognitive function throughout the lifespan. Nutritional neuroscience, 22(3), 132-145.  

[3]Kim, S., Hwang, J., & Lee, Y. (2020). Resveratrol and pterostilbene as a therapeutic agent for age-related diseases: a review of preclinical and clinical studies. Nutrients, 12(12), 3762.  

[4]Schröder, J., Ferrer-Torres, D., & Le Chatelier, E. (2021). The human gut microbiome: from association to modulation and impact on human health. The FEBS Journal, 288(2), 427-445.  

[5]Lee, J., Lee, S., Chung, H. Y., & Kim, J. H. (2021). Gut microbiota and healthy aging: a review and roadmap for future research. Mechanisms of ageing and development, 194, 111406.  

[6]Schröder, J., Ferrer-Torres, D., & Le Chatelier, E. (2021). The human gut microbiome: from association to modulation and impact on human health. The FEBS Journal, 288(2), 427-445.